domingo, 30 de noviembre de 2014

Mamá troll

Allí estaba la madre troll barriendo toda la inmundicia de tripas que traían sus hijos trolls de las batallas. Llevaba muchos años viuda cuando al finalizar la tercera edad de los hombres su marido troll murió en el asedio del castillo. 
Estoy harta, pensaba, tengo que pagar la hipotrolleca, tres hijos trolls que no paran de matar elfos, y que no sacan sus estudios adelante. Y para colmo, sola.
Un día se despertó para hacerles el desayuno a sus hijos, unos ricos hobbits empanados aderezados con una salsa de enano y comino de armadura de orco. Los pequeños trolls se sentaron a desayunar y glotonearon sin ni siquiera parar a respirar. Su madre les espetó; hijos míos o empezais a ayudar o me voy de casa. Si me echais una zarpa, podré disfrutar. Aun soy jóven. 
Los tres trolls asentaron simultáneamente haciendo oídos sordos a los ruegos de su madre. Terminaron de desayunar y dijeron que se fueron a estudiar.
Mamá troll acabó de recoger la casa y se vistió. Iba en dirección al súper cuando se topó con otra mujer troll. Chocaron y se disculparon mutuamente. Se miraron a los ojos y rozaron sus manos. Un escalofrío recorrió el cuerpo de ambas, que sin despedirse prosiguieron si camino. 
La jornada trasncurrió sin novedad, haciendo la comida a sus déspotas hijos trolls y recogiendo. 
A la mañana siguiente, los trolls se levantaron y vieron que no tenian el desayuno preparado, y la casa sin recoger y los gritos de su madre para espetarles no se oían. 
Mamá troll se fue a la calle donde chocó con la otra troll, a una hora parecida a la del dia pasado volvieron a chocarse haciendo creer que era coincidencia, pero no lo era. Era un encuentro. Era la primera cita de tantas muchas que vinieron. Era la primera piedra del vinculo que crearon. Eran el nuevo amor resurgido. 
A la mañana siguiente. Los tres trolls vieron a su madre cocinar muy alegre y la preguntaron el motivo. La madre se limitó únicamente a indicarles con la cabeza en dirección al dormitorio. Miraron y vieron a otra troll tumbada. Sobrecogidos corrieron a su madre la cual les sonrió y les dijo: No es lo único. Dirigió su mirada a un papel que había en la encimera; Plan de recluamiento de jóvenes trolls para el Señor Oscuro. Y rió fuerte. Ahora si vais a matar elfos de verdad.
Así mamá troll y su novia troll vivieron felices y comieron hobbits